En el taller de la mosaiquista Magaly Vargas encontramos nuevas ideas y proyectos con aventurados y entretenidos diseños que mezclan formas y colores, creando modernas propuestas.

“Cintas entrelazadas”

Este colorido trabajo se hizo en una mesa lateral sobre una superficie de madera de Raulí de 50×50 cm. La cubierta de madera está instalada sobre una base metálica pulida. Para la realización de este vitromosaico se utilizaron azulejos artesanales opalinos y azulejos de la línea “sicodelicos” de Incer. Los colores utilizados son de inspiración juvenil, buscando una armonía entre tonalidades lilas, naranjas, turquesas y rosadas. El diseño es obra dela arquitecto Natalia Salas. La definición cromática y la realización correspondieron al taller de Magaly Vargas. “Uno de los propósitos que se persiguió al realizar esta obra, fue brindar una sensación de modernidad y frescura a cualquier ambiente de la casa”, explica Magaly.

“Paisaje chilote” 

Sobre un baúl de madera de Lenga de 60×40 cm se realizó un vitromosaico, cuyo diseño es una adaptación de una pintura. Aquí la alumna Juanita Hernández empleo azulejos opalinos, elegidos para otorgarle al proyecto mayor realismo, “representándose las sensaciones de luz y de sombras y asemejando los cortes de los azulejos con verdaderas pinceladas”, explica Magaly. La asesoría, cortes y definición cromática correspondieron al taller de la mosaiquista.

 

 

“Portaparaguas”

Este jarrón metálico que fue adaptado para ser utilizado como portaparaguas, tiene 19 cm de diámetro con una altura de 40 cm. En la superficie se realizó un vitromosaico inspirado en un jardín de tulipanes en flor. La armonía cromática de este proyecto se obtuvo mediante el uso del contraste entre una gama de tonalidades anaranjadas (tulipanes) y verdes (hojas y fondo). La alumna Mónica Vergara fue asesorada en la realización de cortes y en la definición cromática por el taller de Magaly Vargas. Los azulejos opalinos se adhirieron a la superficie del jarrón a través de un pegamento de montaje.

“Portabotellas”

Este es un cuadro de medio punto de madera de Raulí atornillado a una pieza de fierro forjado. En este proyecto se aprecia la representación de una naturaleza muerta, a través de la técnica del vitromosaico. Para darle mayor realismo a este trabajo se usaron azulejos opalinos, con los cuales se consiguen sensaciones de volúmenes mediante el uso de la luz y la sombre: también se utilizó el vidrio fusionado (botella de vino). La asesoría, los cortes, la definición cromática y la realización de este trabajo correspondieron al Taller de Magaly Vargas

“Portadiscos»

La alumna Daniza Otey trabajo sobre este mueble diseñado para guardar discos de vinilo. Sus medidas son 90 cm de alto y 50 de ancho. El diseño de este Vitromosaico es figurativo, “sin embargo; se enmarca dentro de una fantasía”, acota la profesora del taller. “Está inspirado en la música, de ahí el uso en la composición de elementos simbólicos y característicos de este arte como las notas musicales, discos e instrumentos”, detalla. Para la elaboración de este proyecto se emplearon azulejos traslucidos de cuatro colores: negro, blanco, rojo y café. En el taller asesoraron a la alumna en el tipo de cortes y en la definición de colores. Un detalle curioso: en los discos se puede observar cómo están escritos los nombres de canciones pertenecientes a la década de los ochenta.

 

EL  VITROMOSAICO SEGÚN MAGALY VARGAS

“A diferencia del mosaico tradicional, en el vitromosaico las imágenes de la realidad las representamos usando un concepto distinto de la segmentación. Si tenemos que representar una hoja de flor, un pétalo, lo hacemos segmentando la imagen lo menos posible. Como consecuencia de lo anterior, las piezas que realizamos deben ser tratadas en forma muy prolija y con mucho detalle (sobre todo en sus bordes). Cuando me decidí a crear y desarrollar el vitromosaico, lo hice basándome en una expresión artística riquísima llamada Vitreaux. Me pareció interesante y novedoso reemplazar el uso del plomo (en forma de soldadura) por la utilización de fragüe. También se reemplazó el uso del vidrio por azulejos opalinos, cerámicas y otros materiales.

 

“La maleta de Matilda”

Esta es una maleta antigua de madera restaurada por el taller de Magaly Vargas, en ella se realizó una pátina provenzal, la que permitió la claridad necesaria para la realización del diseño. Sobre la superficie se hizo un vitromosaico inspirado en el nuevo movimiento de ilustradores jóvenes de Latinoamérica. El diseño es una creación propia del taller. En este trabajo se usaron azulejos opalinos, acuarelados y azulejos de la línea sicodelicos de Incer. El diseño de este Vitromosaico fue creado por la arquitecto Natalia Salas. La definición cromática y la realización correspondieron al taller de Magaly Vargas.

“Pachamamas – Vírgenes” 

Sobre la superficie de este espejo de madera de Raulí de 56×65 cm, se realizó un trabajo de vitromosaico inspirado en la obra del pintor boliviano Mamani Mamani, específicamente en la serie: Pachamamas – Vírgenes. En la creación de este espejo, realizado por la alumna Anita Gálvez, se redefinieron formas que se tenían que adaptar a las dimensiones del proyecto. Los colores también fueron recreados, adecuándose a la gama de colores y tipos de azulejos que posee el taller. Los azulejos utilizados en esta obra son traslucidos, opalinos y con cristales. La asesoría, cortes y definición cromática son del taller de Magaly Vargas.

“Mujer al viento” 

Lissette Rubio trabajo en este espejo de madera Raulí 56×65 cm. Sobre la superficie se realizó un trabajo figurativo de vitromosaico. La asesoría, cortes y definición cromática son del taller de Magaly Vargas. El diseño estuvo influenciado por las imágenes de fantasía de los cuentos medievales. Se usaron azulejos opalinos, metalizados y traslucidos. En relación l uso de colores, destaca la figura femenina (en tonos verdes y anaranjados) sobre un fondo de tonalidades celestes.

LA ARTISTA RECOMIENDA.

  1. La mayoría de los azulejos que empleamos para realizar nuestros Vitromosaicos son del tipo artesanal. No obstante siempre estamos abiertos a incluir azulejos de otra índole, como los industriales.
  2. La elección, acerca del tipo de azulejo a trabajar, está supeditada a factores como el diseño del vitromosaico, la definición cromática y la técnica que se va a aplicar.
  3. Materiales: el vidrio es el material más idóneo para trabajar con el azulejo. Otorga a los proyectos textura, luminosidad e incluso volumen.
  4. Herramientas: el taller generalmente hace uso de un cortador de vidrio, un alicate separador de cortes rectos y un cortador de cerámica. El proyecto se considera terminado tras un buen trabajo de pulido. A pesar de la importancia del uso de las herramientas, siempre debe estar presente la técnica y la prolijidad con la que se realiza un proyecto.

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